Nota Revista Luz

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¿Qué son las constelaciones familiares?
Se trata de una herramienta o un recurso que tiene la capacidad de explicar y mostrar con mucha claridad las razones por las cuales somos como somos y nos relacionamos como lo hacemos, y abre una nueva mirada. Nos brindan la posibilidad inmediata y certera de llegar a un lugar en el que se puede ver de otra manera,  sortear la naturaleza dual de la mente, y acelerar el camino hacia la solución.

Nos invitan a comprender que muchas de las cuestiones que no fluyen en nuestra vida, no son solo resultado de lo experimentado por cada uno, sino además es resultado de las historias, de los destinos, de los dolores, de las exclusiones, de las experiencias, de los traumas que vivieron nuestros ancestros. Las Constelaciones invitan a mirarnos como parte de una memoria que se conserva en  nuestra alma de estas  experiencias transgeneracionales. Somos resultado de cientos, de miles de historias y destinos que llegaron antes que nosotros a través de nuestra madre y nuestro padre.  Así como nuestro cuerpo es resultado de una información genética y hereditaria, también lo es en el alma. Nada más, que la primera es visible-lo vemos en la semejanza que reflejan las imágenes que revelan las fotos de nuestros padres, abuelos y ancestros, como en los estudios clínicos donde aparece esta herencia por ejemplo, reflejada en el grupo sanguíneo, en las tendencias a ciertas enfermedades etc; y en la segunda-en el alma- esta herencia es “invisible”, al estar presente y contenida en ella, se ve por sus efectos.

En un comienzo Bert Hellinger sistematizó en los Órdenes del Amor,  el andamiaje filosófico- sistémico de las Constelaciones Familiares: una especie de guía que explica cómo funcionan correctamente las relaciones humanas, tanto en nuestro sistema primario, que es nuestra familia, como en todo el resto de los sistemas a los cuales pertenecemos desde que nacemos y durante toda la vida. No podemos mirarnos fuera de los sistemas familiares, afectivos, educativos, laborales, profesionales, generacionales, planetario etc. Este ha sido uno de los mayores hallazgos de Hellinger a lo largo de toda una vida dedicada a comprender, acompañar y asistir a las personas en búsqueda de alivio, soluciones y paz. Se trata de un conjunto de “reglas” que permiten la circulación del amor en nuestras vidas y que es fundamental respetar parta garantizar el funcionamiento armónico del sistema y vivir en sintonía con lo que es. Desde lo sistémico, nada esta librado al azar: a través del respeto y la garantía de los órdenes universales, el amor podrá fluir en todas sus formas: salud, pareja, paternidad, maternidad, amistad, trabajo, dinero, éxito etc.  Los Órdenes del Amor tienen que ver con lo esencial del ser humano y por lo tanto son universales y aplicables a los sistemas de todas partes del mundo, mas allá de las diferenciaciones ideológicas, culturales, religiosas, filosóficas o sociales que pudiera haber. Porque en el plano del alma todo es Uno.

En el desarrollo de una constelación se facilita el hecho que se una lo que estaba separado en el alma y se hace un lugar a quien no lo tiene aún. En el plano del alma, la reconexión y reconciliación que se va logrando con lo que es necesario tiene habitualmente un efecto inmediato de liberación, de alivio, de sanación y de asentimiento de parte del consultante.

Por todo esto, una vez que se conoce y se aplica a la vida cotidiana se convierte para muchos en una filosofía de vida.

En todos estos años, el abordaje de las mismas también ha sido atravesado por nuevos alcances y comprensiones que nos llevaron a dar saltos cualitativos tan importantes hasta tener que nombrarlas como nuevas Constelaciones.

Fundamento científico de las Constelaciones Familiares: lo que va sucediendo en el desarrollo de una constelación se explica en la teoría de Rupert Shaldrake, un biólogo británico de la Universidad de Cambridge, dedicado desde décadas a investigar temas relacionados con la existencia, la filosofía, la psicología, la percepción con los métodos y procedimientos de las ciencias exactas. La teoría de la Resonancia Mórfica permite explicar de manera científica la interconexión que muchas personas perciben entre sí y que no se agota en los sentidos, porque también funciona a distancia. Y se sostiene en una teoría de funcionamiento del mundo basada en los “campos mórficos”, que son patrones o estructuras que organizan la naturaleza. Son los depositarios de la información esencial que permite que la vida se desarrolle. Son precisamente campos de información. Los científicos dedicados a estudiar esto, afirman que los campos mórficos trascienden el cerebro y unen a los individuos entre sí, y dan la capacidad de afectar” a otros con su atención e intención; Un ejemplo: ¿Cuántas veces nos damos cuenta de que alguien nos está mirando desde atrás? Lo que alguien hace, dice y piensa puede influir a otra persona por resonancia mórfica. En el trabajo con las Constelaciones podemos experimentar como el alma contiene la información de las experiencias, exclusiones, dolores, perdidas, traumas que han vivido quienes llegaron antes que nosotros y que son parte del sistema familiar. De esta manera, en muchas oportunidades, las Constelaciones muestran como estamos enredados con esos destinos y experiencias sin saberlo, a modo de una “herencia invisible”, viviendo como propio lo que no nos pertenece. Muchas veces se ve con facilidad, como hay síntomas, dificultades laborares, o de parejas, o relaciones con los hijos que se van repitiendo de generación en generación, y otras veces, no es tan visible.  Y una vez que sale a la luz, se reconoce, se incluye, se honra y se integra.  Así, cada uno va recuperando su lugar en el alma, y la persona va quedando cada vez más disponible para vivir su propia vida, con la fuerza que se toma de cada uno de ellos. La teoría de Sheldrake ofrece una base científica a los movimientos que se dan con el trabajo en las Constelaciones familiares, porque lo que toman los representantes es información del campo. El campo no puede ser percibido por los sentidos pero sí por sus efectos.

¿Cómo es la técnica?, ¿cuáles son los pasos a seguir para realizarla?

Muchas veces se asiste a un taller con la creencia que es necesario trabajar algo específico. En ocasiones, funciona. Pero muchas otras veces, el alma nos sorprende, y a partir de la resonancia que se alcanza con  las constelaciones que se van sucediendo, emerge lo que es verdaderamente primordial; que no siempre es lo que uno cree. Por eso, se invita a tener una actitud abierta y receptiva, que permita estar en sintonía con lo que resulta para poder reconocer lo que es.  La metodología consiste en la reunión de un grupo de personas alrededor de un espacio central que se llama “campo”-por el concepto aportado por la Física Cuántica de campos mórficos- con la presencia de un facilitador.  Una vez elegido el consultante se sienta al lado del facilitador y plantea su tema. En ocasiones, si el facilitador lo considera puede no preguntar nada a quien consulta y directamente se elige un representante quien comienza a traducir la información y de esta manera comienza a construirse lo que Bert Hellinger ha llamado, “imágenes sanadoras”: son las que muestran lo que es en lo profundo, la verdad de lo que sucede en un sistema respecto a la problemática planteada. Y eso que sale a la luz, por lo novedoso que resulta-a veces.es información personal y en otros casos, es transgeneracional-  tiene un efecto sanador.

Esta información que ya está en el alma, suele ser habitualmente desconocida para el consultante, y por eso, suelen resultar reveladoras.

¿Cómo se participa en un taller?

Existen tres maneras de participar: como “consultante” que es la persona elegida para constelar su tema; como “representante” de algún aspecto o persona que el facilitador pide al consultante que elija- en ocasiones, es el propio facilitador quien lo elija, si así lo considera- para traducir la información durante el desarrollo de la constelación; y como participante, es decir, asistiendo al taller. Es importante decir, que desde las tres posiciones, se alcanza un trabajo profundo sobre sí, porque los temas y lo que sucede en el despliegue de las mismas,  resuenan en mayor o menor medida en todos quienes están presentes, En cualquiera de los lugares mencionados, las comprensiones, los movimientos hacia las soluciones y las sanaciones logradas en el alma, son igualmente valiosas.

¿Cuánto tiempo lleva?, ¿se puede realizar en una sola sesión?

Los talleres son únicos, y esto significa que uno puede asistir cuando quiera, una vez, una vez por mes, a todos los talleres o cuando lo sienta.  En general, se realizan en media jornada- 4 horas promedio-  o jornada entera. Los talleres invitan a realizar un proceso de orden en el alma, por lo cual aquellas personas que así lo sienten asisten con frecuencia como parte de un camino que los invita a este propósito.

¿Las constelaciones familiares reemplazan a la terapia psicológica?

Las constelaciones familiares si bien tienen un contenido terapéutico no pueden considerarse una terapia en el sentido estricto ya que no se crea una relación terapéutica con el consultante ni tampoco hay un seguimiento personalizado de los casos individuales, salvo cuando quien consulta si lo requiera. Es una herramienta compatible y complementaria de la terapia psicológica, no la reemplaza. Lo que suele pasar es que muchas personas llegan a los talleres luego de haber probado múltiples terapias sin alcanzar una solución, por el solo hecho que la información está en otro lugar, donde la conciencia no puede llegar; porque es una información transgeneracional, absolutamente desconocida en la mayoría de los casos, y es ahí donde resulta efectiva esta herramienta, que lo que hace es trascender estos límites que el yo impone y que solo el alma sabe y contiene, ya que sucedieron en otro tiempo y de esta manera, acelera los movimientos hacia la solución.  Por eso aquel que asiste a los talleres y están en un tratamiento terapéutico, las comprensiones alcanzadas contribuyen al proceso individual que realizan en el marco mencionado.

¿Puede hacerse en conjunto con otros miembros de la familia?

Cuantos más integrantes de un sistema familiar se disponen a ordenar en el alma, más potencialmente beneficiosos serán los movimientos hacia la solución.

Las Constelaciones entre algunas de sus características, son sistémicas: para ejemplificarlo, si traspolamos a los alcances de las Constelaciones, la imagen cuando de niños tirábamos una piedra al agua y se dibujaban círculos más grandes, los movimientos de orden que alguien va logrando-por el concepto de “resonancia mórfica” que antes detallaba- alcanzan a los otros que son parte del sistema. Por eso, es frecuente que al asistir a un taller, los otros que son parte del sistema sean beneficiados por este movimiento, sumado a que las nuevas posiciones que se adopta ante un conflicto por la comprensión lograda.

¿Se requiere algún tipo de conocimiento o experiencia previa para hacerlo o cualquier persona puede lograrlo?

No es necesario leer ni saber acerca de la teoría y práctica de las CF antes de asistir a un taller. Y tampoco es necesario, aunque sí recomendable, indagar en la historia familiar. Si se sabe algo mejor. Lo importante son los hechos: por ejemplo, si hay exclusiones, migraciones, muertes tempranas, problemas de herencias, asesinatos, guerras, abortos o cualquier otro hecho significativo que llame la atención en la historia familiar. Con mucha frecuencia, los participantes llegan al taller con conocimiento de la historia de sus padres y ancestros, pero nunca es toda; siempre hay algo o mucho que se pierde en los relatos, queda como secreto o simplemente no trasciende y no llega. Lo que es importante saber y conocer va a aparecer en el despliegue de la constelación con una fuerza que resulta sorprendente, Porque es la verdad de la historia-la propia y la ancestral- lo que está en el origen, más allá de nuestras ideas, creencias y prejuicios.

¿Qué tipo de conflictos abordan?, ¿sólo familiares?

Se puede constelar todo aquello que sea importante para uno que afecte su vida, por la persistencia o la repetición del problema, o por la imposibilidad de superarlo a pesar de los intentos de solución. Los temas que son posibles de constelar son múltiples: pueden ser temas de dificultades y conflictos de  relación en general: con padres, hermanos, pareja, hijos, adopciones, sociales etc;  en relación a la salud: síntomas, enfermedades, adicciones, sensaciones o emociones en general: angustias, tristezas, duelos etc; de índole laboral y/o económico; de índole organizacional, problemas jurídicos, pedagógicos etc.

¿Cuáles son sus principales beneficios para el cuerpo, el alma y la mente?

Las Constelaciones  son una puerta de entrada a una comprensión mayor. Brindan una nueva forma de mirar que lleva a que algo cambie y se transforme para bien. Como sostiene la Física Cuántica: “El ojo del observador modifica la experiencia”. Una persona que puede ampliar su nivel de conciencia cuenta con más recursos para realizarse en aquello que le resulte importante: reconocer el origen y las causas de un problema cualquiera, es un complemento muy valioso que nos permite siempre un movimiento hacia la vida.

Una de las primeras premisas que Bert Hellinger, quien nos ha legado este abordaje, ha dicho es: “primero es el Orden, luego el Amor” y  lo es, en todas sus formas. Las constelaciones permiten no solamente ordenar, sino alcanzar nuevas comprensiones y puntos de vista que nos invitan siempre a mirar más grande, y de esta manera recuperar la posibilidad de hacer algo diferente con lo mismo. Cuando el orden es logrado y la comprensión ampliada, el cuerpo, las relaciones que construimos y la vida  lo agradece: aquello que se ordena en el plano del alma, recupera la posibilidad que fluya en la vida.

¿A partir de qué momento es posible empezar a sentir alivio y bienestar?

Los efectos de las constelaciones pueden reconocerse inmediatamente, o después de un tiempo. Eso depende del proceso personal que cada uno viene haciendo en su vida.

Sintesís

Honrar, agradecer, asentir, reconciliar, reconectar, re-unir, son las llaves para una vida plena.

“Si hay Orden, el Amor fluye” y el Alma celebra los órdenes. El orden alcanzado nos da la posibilidad de que en el viaje de la vida el amor fluya con toda su fuerza. Las imágenes que nos regala cada constelación, nos recuerda la sabiduría del alma que reposan en nuestro interior. Cuando tomamos el amor de nuestros padres y de sus respectivos linajes, recuperamos la posibilidad de elegir ser felices. Porque ser feliz es una elección, es un trabajo consciente y nuestro más alto deber espiritual. Cuando logramos esta visión de reconocer lo que es, la verdad se revela. Y cuando nos entregamos a ella estamos plenos, porque allí recordamos lo que en esencia somos: Amor. Tal como dice el entrañable principito de Saint-Exupéry”: lo esencial es invisible a los ojos”.

  Testimonios: “Las Constelaciones Familiares son una herramienta para mi vida, para mi futuro, para poder vivir mi propio camino ordenado y en paz. Me enseñaron lo maravilloso del amor y lo importante que es la inclusión de todos los miembros de mi sistema para que haya orden. Me llevaron a la comprensión de como uno a veces por estar implicado con un ancestro toma decisiones y vive experiencias que no le corresponden, Trabajando sobre esto es cuando se llega al sentimiento de libertad de lo propio sin la carga de un peso que no tiene utilidad.  Para mí fue como una luz en aquello que estaba oscuro y pide así sanar una parte mía, Sé que el camino es largo y me quedan muchas cosas más que aprender, pero también se que cuento con una herramienta que facilita el andar” Camila 21 años.

“La influencia del ordenamiento que hice yo alcanzó a mi hermana también. Es el efecto de la piedra en el agua. Lo había leído, pero después pude  experimentnarlo. Estoy feliz y agradecido”. Raúl, 52 años

“Gracias a una amiga con la que tengo una enorme empatía, llegue al taller. No podía creer que lo que veía era real: aquello que es invisible e intocable, en el campo se hacía real. Lo registraba como sensaciones, percepciones y emociones. Mi primera constelación marcó  una bisagra en mi vida. Si no lo hubiera visto con mis propios ojos no lo hubiera creído. Los hechos que se fueron traduciendo a partir de ese ordenamiento han sido notables. Lo que comenzó a fluir desde mi constelación…me devolvieron las ganas de vivir desde el alma. Estoy agradecido y aun conmovido” Ernesto, 55 años

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